17 de Abril de 2010
Existen varias capas en la consciencia humana, estados psicológicos que afectan, completa y a la vez de forma diferente, a cada una de las experiencias, sensaciones y acciones tanto futuras como presentes.
Estos estados psicológicos existen y se puede pasar de uno a otro, casi de forma instantánea, con un simple estímulo, como puede ser una canción, una imagen, un recuerdo, una película, una experiencia… En cada uno de estos planos, se daría solución un problema de un modo completamente diferente y contradictorio con respecto a los demás, como si hubiese infinitas personalidades formando la misma consciencia. Lo cual me lleva a plantearme lo siguiente: Si en una de estas capas de la consciencia, sería lógico hacer una locura, según el criterio de otra diferente, ¿Qué criterios nos hacen diferenciar lo verdaderamente coherente?
Estos estados psicológicos existen y se puede pasar de uno a otro, casi de forma instantánea, con un simple estímulo, como puede ser una canción, una imagen, un recuerdo, una película, una experiencia… En cada uno de estos planos, se daría solución un problema de un modo completamente diferente y contradictorio con respecto a los demás, como si hubiese infinitas personalidades formando la misma consciencia. Lo cual me lleva a plantearme lo siguiente: Si en una de estas capas de la consciencia, sería lógico hacer una locura, según el criterio de otra diferente, ¿Qué criterios nos hacen diferenciar lo verdaderamente coherente?
Uno de esos planos, es el que se encuentra presente la mayoría del tiempo, y es el que estructura una arquitectura lógica a la cual se le da una prioridad ante las demás capas, sin un criterio ciertamente lógico. Pero ¿cuál sería el efecto causado ante la sociedad y ante uno mismo, de alguien que estuviese de forma constante en un plano eventual, alejado de esta lógica globalizada? Quizás esa sea la diferencia entre genialidad y mediocridad. Sea quizás esa la causa por la cual los genios no suelen ser comprendidos entre la gente mediocre. Tal vez ese plano, para nosotros eventual, sea una luz de brillantez ante una mediocridad innata en cada uno de nosotros, pero no es posible averiguar esto de forma certera, porque es una cuestión que nadie puede abarcar en total plenitud, ya que no se puede comparar dos posiciones, perteneciendo a una de ellas.
Sin embargo esto me hace pensar que este tipo de planos eventuales, son los que definen realmente la propia esencia de un individuo, mientras que ese plano principal, modelado principalmente por la sociedad, amancilla y reprime la entidad personal, y todo lo que se salga de esos criterios implantados, es concebido como una anomalía psicológica, e incoherente.
Sin embargo esto me hace pensar que este tipo de planos eventuales, son los que definen realmente la propia esencia de un individuo, mientras que ese plano principal, modelado principalmente por la sociedad, amancilla y reprime la entidad personal, y todo lo que se salga de esos criterios implantados, es concebido como una anomalía psicológica, e incoherente.
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