Todo se acelera, todo se acelera, todo se acelera, todo se acelera, todo se acelera, todo se acelera, todo se acelera, todo se acelera.

viernes, 25 de marzo de 2016

Silencio



Tratando de encontrarte
Más allá de las apariencias
Desvistiendo antifaces,
Dentro, muy dentro...

No hay respuesta,
La música está en silencio
Quizás esté perdida
En la sombra de tus ojos.

Más allá del dolor,
Detrás de anhelos olvidados,
Mucho más allá
Reside el fin del silencio.

https://www.youtube.com/watch?v=nMFUkbr7ymY

lunes, 21 de marzo de 2016

Profundidad Musical

Hace unas semanas me dijeron que los pianistas aparentemente tenemos una visión mucho más profunda de la música que el resto de las personas e instrumentistas. Estuve pensando durante varios días y he llegado a la conclusión de que objetivamente es cierto, pero no del todo. 
La pregunta que me hice fue: ¿Qué es la profundidad musical?

La respuesta no es fácil, porque debemos diferenciar entre la profundidad subjetiva y la visión más puramente objetiva y positivista de ella. 

- Subjetivamente no tenemos respuesta, así de simple. Al igual que todo lo referente a la subjetividad, cada ser vivo tiene una visión personal de lo que podría significar ser o no profundo, visiones personales que lo único que toleran es tener simpatía o no entre sí.  

- Objetivamente, podemos pensar en la forma más completa de la profundidad musical, a la que podríamos llamar Profundidad Total, la cual sería el resultado de la suma de diferentes factores, los cuales debemos ver  de la manera más general posible. Estos serían la creatividad, la melodía, la pasíon y la armonía, dentro de la cual debemos diferenciar entre Armonía control, (es decir, cuando nosotros somos los responsables de la total plenitud de la misma) y Armonía participativa, (cuando solamente somos una parte de ella).


















Teniendo ya de una manera medianamente firme el concepto con el que vamos a definir la profundidad, nos queda por ver qué tipos de músicos hay, y averiguar cual de ellos se acercará de manera más objetiva a la Profundidad Total.

Pensando sobre el cómo catalogar a los músicos, podemos llegar a la conclusión de que la bifurcación diferencial más básica que deberíamos abordar en primera instancia sería dividir entre músicos vocacionales y no vocacionales.


NO VOCACIONAL

Una realidad, es que una amplísima cantidad de estudiantes de música de cualquier tipo, comenzaron sus estudios siendo menores de edad y obligados por sus padres. En esta situación se pueden dar dos casos: el primero es que al niño no le guste y los padres le permitan abandonar, y el segundo es que a pesar de este gran problema, le sigan forzando a estudiar. El niño, podría tener talento o no, lo cual objetivamente nos resulta indiferente ya que en cualquiera de los dos casos, no habría (en principio) una pasión hacia la música, lo cual resulta en una muy pobre profundidad musical.

Otro caso que se podría dar es el de las personas excepcionalmente talentosas que deciden exprimir su talento a pesar de no tener una vocación real hacia lo que hacen. Cuantos casos no conocemos de niños chinos que exprimen su talento al máximo para competir en el mercado. La conclusión es la misma, por muchísimo talento que se tenga, donde no hay vocación no hay alma, y donde no hay alma, hay una carencia de pasión hacia la música, lo cual de nuevo concluye en una baja profundidad musical.


VOCACIONAL

A la hora de subdividir en categorías a los músicos vocacionales, podríamos pensar en cuatro grandes grupos, (que realmente serían tres): Intérpretes, directores, compositores y teóricos.

Los teóricos, a pesar de estar ahí, poseen una perspectiva contemplativa de la música y por ende lo único que sustentaría su profundidad musical sería, en el mejor de los casos, la pasión, debido a que su interés sería extrictamente teórico, y en conclusión alcanzarían un nivel de profundidad mucho más bajo que el de cualquier músico práctico.

Si nos centramos en el resto de grupos, podemos ver algunas características en común. La primera es que la pasión es inherente a cada uno de ellos, por lo que en todos los casos va a haber un mínimo de profundidad. Otro rasgo en común es que de nuevo el talento resulta irrelevante, precisamente debido a la pasión intrínseca. Al existir esta pasión, se tenga más o menos talento, se alcanzará el mismo nivel de profundidad, y esto se debe a que el arte va a salir de una manera o de otra, y la manera de interpretarlo va a ser subjetiva y no objetiva.



- Los intérpretes son los actores del sonido, y eso es algo que debemos tener muy en cuenta, ya que como cualquier actor, tienen que hacer un papel, y en su caso es el expresar lo mejor contextualizada posible la idea que el compositor quería transmitir con su música. Esto merma enormemente la libertad creativa de los intérpretes, dejando a su libre albedrío meramente pequeños matices interpretativos como seña de identidad, y siempre y cuando, se pueda dar el caso a lo largo de la interpretación. Además de ellos debemos diferenciar entre intérpretes monódicos y polifónicos.

¿Por qué esta diferenciación?

En primer lugar, por la participación armónica. Ambos intérpretes son capaces de participar activamente en la melodía, pero si nos centramos en la parte armónica, los monódicos tienen una experiencia participativa de la misma, mientras que los polifónicos pueden llegar a tener un control completo de ella.

En segundo lugar por la riqueza musical a la que pueden llegar ambos como solistas, siendo los polifónicos claramente beneficiados.

Y en tercer lugar, si tenemos en cuenta los pequeños matices que se permiten los intérpretes como expresión creativa, un instrumentista polifónico, al poder llegar a tocar incluso varias melodías a la vez, se puede permitir una mayor variedad de matices, por lo que son más eficientes en este campo.

En conclusión, los intérpretes monódicos, poseen una gran capacidad melódica, una visión participativa de la armonía, una libertad creatividad baja y la pasión que dimos por intrínseca, por lo que podemos interpretar una profundidad musical media; los intérpretes polifónicos a su vez, poseen capacidad melódica, un control de la armonía mucho más completo, una libertad creativa moderada y de nuevo la pasión intrínseca, por lo que en este caso podríamos interpretar una profundidad medio-alta.


- Los directores también son actores del sonido. Del mismo modo que los intérpretes, deben encontrar la esencia del pensamiento artístico del compositor y transmitirlo a los oyentes. Sin embargo podemos encontrar dos tipos, los que son fieles al compositor y los que no lo son (lo cual también se podría aplicar a los intérpretes). Los fieles al compositor, del mismo modo que los intérpretes polifónicos, tienen una libertad creativa moderada, lo cual concluye en una profundidad medio-alta. Sin embargo, los que no son fieles al compositor y dan su propia visión de la obra, muestran una libertad creativa alta, por lo que su profundidad musical es también bastante alta.


- Los compositores son los creadores de la música. Su control sobre la armonía y la melodía es absoluto, la libertad creativa es prácticamente total y en conclusión, en potencia alcanza el culmen de todas las categorías que componen la Profundidad Total.
































En conclusión, es muy difícil intentar tener una visión objetiva de algo terriblemente subjetivo. A pesar de ello, he llegado a la conclusión de que dentro de los músicos vocacionales, la creatividad juega un papel muy importante en la profundidad máxima que podemos llegar a experimentar como músicos, a la cual hemos llamado platónicamente Profundidad Total.

Por ello considero que no hay mayor profundidad musical, que la que se alcanza al materializar una idea en algo físico, en nuestro caso la música, porque a pesar del nivel de profundidad que se puede alcanzar interpretando, no dejas sino de transmitir lo que otra persona sintió, siendo esa persona la que está transmitiendo una idea, a través del intérprete.


J.M.