Allá, mucho más allá...
en los confines del mundo,
al mismo límite de todo y nada
donde nacen lágrimas noctámbulas.
Más allá de la nostalgia,
evocaciones insondables
gotean del firmamento,
y centellean en la oscuridad.
Todo se acelera, brevemente...
ardores fortuitos emergen del vacío.
Y es que no hay nada más puro
que una estrella fugaz.
...tampoco hay nada más puro que regar de sonidos y belleza una tarde de la que no se esperaba demasiado.
ResponderEliminarGracias, Jesús.